Fuente Mudéjar |
Portugal, el vecino pobre del sur de Europa, desconocido por
norma general tanto histórica como culturalmente, es un país con mucho por
descubrir. Hasta el momento no he podido explorarlo con la profundidad que me
habría gustado, pero sí que me gustaría, en la medida de lo posible, ir dejando
algunas pinceladas sobre los lugares que considero oportuno visitar cuando se
viaja a tierras lusas.
Si se visita la capital portuguesa y se quiere optar por una
excursión de un día, nada mejor que hacer una visita a la localidad de Sintra.
Sintra es un pueblo calificado como paisaje cultural por la UNESCO , y forma parte del
parque natural Sintra-Cascais.
La mejor forma de visitarla es tomar un tren desde Lisboa,
en la estación de Rossio. Si se va a visitar más lugares en Lisboa mi consejo
es comprar una Lisboa card, que incluye trayectos como el tren a Sintra,
entradas a monumentos, etc. (de 18
a 40 €, para 1, 2 o 3 días). Desde Lisbo el viaje se
demora por unos 50 minutos hasta la estación de tren de Sintra.
Una vez en el pueblo, se tiene la opción de tomar un autobús
turístico que te lleva directamente hasta el Palacio da Pena. Mi consejo es que
aproveches
para subir a primera hora de la mañana, lo visites, y después ya visites el pueblo y descubras sus encantos.
para subir a primera hora de la mañana, lo visites, y después ya visites el pueblo y descubras sus encantos.
Palacio da Pena |
El acceso hasta el Palacio da Pena se puede realizar, bien
tomando el bus turístico, o bien caminando. Lo cierto es que si se hace
caminando hay que tener en cuenta que todo el camino es en subida y que entre
ida y vuelta lleva unas 2 horas, así que dependerá de las ganas que se tengan
de caminar y del tiempo que haga. Cunado nosotros lo visitamos estaba el tiempo
bastante regular, así que optamos por tomar el bus y llegar hasta el castillo
morisco, desde el cual dando un breve paseo se llega al Palacio da Pena.
El Palacio da Pena es una construcción relativamente moderna
(siglo XIX), en la que se pueden observar numerosos estilos, pasando por el
neogótico, el neorrenacimiento o el neoislámico, lo que convierte al palacio en
una construcción bastante exótica, a la vez que espectacular.
Haciendo honor a la verdad, hay que decir que siendo un
espectáculo en sí mismo, es vergonzoso el estado de conservación en el que se
encuentra. Teniendo en cuenta la cantidad de turismo que soporta Sintra, no se
puede entender como no se hace un mantenimiento mínimo, aunque sea de pintura.
Palacio da Pena |
Pasando por alto la dejadez de las autoridades portuguesas,
el palacio resulta realmente espectacular, un castillo muy peculiar en formas,
colores, etc. con llamativas puertas, arcos y torreones, esculturas realmente
interesantes e interiores dignos de una visita, ya que hay que tener en cuenta
de que se trató de una residencia real. Una vez realizada la visita al
interior, no deben dejar de visitarse sus jardines.
Tras ver el palacio da Pena se toma de nuevo el autobús y se
baja hasta el pueblo. En él es posible perderse callejeando y disfrutando de
sus calles y su arquitectura. Quien desee degustar la cocina portuguesa no
tendrá problemas para ello, Sintra es un pueblo muy preparado para el turismo.
Palacio Nacional de Sintra |
En nuestro caso, y siguiendo las recomendaciones de las
guías de turismo (y ya que la entrada estaba incluida con la Lisboa Card ), nos decidimos por
visitar el Palacio Nacional de Sintra. Desde fuera destacan sus enormes
chimeneas de 33 metros
de altura, y que son la imagen más reconocible de la ciudad.
En su interior se visitan varias salas y lo más llamativo es
observar los trabajos en azulejos azules y blancos. Hay que reconocer que las
decoraciones interiores, aunque recargadas, pueden resultar sorprendentes. Por
lo demás se visitan la capilla, las cocinas y como no la chimeneas. Si se viaja
con Lisboa Card y te sobra tiempo es una visita más, pero si vas a abonar los 5
€ de entrada… a mí me parece que no merece la pena.
Tras el palacio, lo suyo es aprovechar para tomar algo
tranquilamente en una terraza, y volver caminando tranquilamente hasta la
estación del tren, encontrándote por el camino pequeños tesoros, como una
fuente mudéjar preciosa o el edificio de la cámara municipal de Sintra.
Sin duda visitar Sintra es
un imperdible para quien visite Lisboa, aunque hay que reconocer que
está falto de un poco de cuidado.
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