miércoles, 28 de noviembre de 2012

Excursión de día: Castillo de Butron + Bermeo

Castillo de Butron
Para quien visite Bizkaia, o simplemente sea de la zona y nunca haya pasado por allí, la visita al castillo de Butrón se convierte en una excursión indispensable. Recomendable especialmente en verano, yo invito a combinarla con una visita a la costa para pasar el día completo, en este caso concretamente con una visita al municipio de Bermeo.

El castillo de Butrón se sitúa en el municipio de Gatika, cerca de Mungia. Por la carretera se encuentran señales que lo indican y se puede aparcar a 2 minutos del castillo. Es un castillo que, erigido en la edad media, fue remodelado en el siglo XIX dándole a la construcción un aire que se corresponde más con el de los castillos germánicos que con los del resto de la región. Ciertamente el castillo parece sacado de un cuento, es una edificación fantástica rodeada de jardines con especies de flora exóticas, muy alejada de las construcciones convencionales que podemos encontrar en Euskal Herria.

Puerto viejo
La lástima es que el castillo sólo se puede visitar por fuera, y al no ser explotado como reclamo turístico está bastante descuidado, una lástima ya que es un castillo con mucho potencial, pero también hay que decir que la visita es gratuita. Dado que la visita se realiza en poco más de media hora, mi recomendación es coger el coche e ir hacia Bermeo, en la costa de Busturialdea.

Bermeo es un pueblo de gran tradición pesquera que bien merece una visita. Una vez conseguimos aparcar (tarea a veces complicada) se puede acudir a la oficina de turismo (Lamerza s/n junto al puerto viejo) donde recibiremos información tanto sobre el propio municipio de Bermeo como sobre el resto de la costa de Bizkaia. Una buena forma de comenzar la visita es pasear por el puerto viejo, en él podemos ver la

jueves, 22 de noviembre de 2012

Ascensión a Txarlazo por Fraileburu desde Orduña

Comienzo del ascenso
Una de las mejores excursiones que puedes hacer si quieres disfrutar del monte en Bizkaia es ir hasta Orduña y llegar hasta la cima del Txarlazo, donde se encuentra la virgen.


Son numerosas las rutas que se pueden hacer, para quien no desee ascender y prefiera una ruta en llano, puede subir el puerto de Orduña en coche y aparcar en el parking que hay una vez subido a la derecha (subiendo desde Orduña), desde allí toma la pista que va en algo más de una hora llega hasta Txarlazo pasando por Fraileburu (el pico del fraile), esta es una ruta apta para bicicleta, para hacer con mascotas y prácticamente para cualquier persona con una condición física mínimamente aceptable.


Laderas de acceso al
Fraileburu

Si se sube desde Orduña, lo habitual es tomar la ruta que asciende directamente hasta el Txarlazo y bajas por donde se ha venido, aunque en nuestro caso tomamos por una ruta alternativa que paso a detallar.

Dejamos el coche en Orduña, en el aparcamiento que hay junto al santuario de la antigua (337 msnm). desde allí avanzamos y en unos metros, al llegar a una curva cerrada tomamos la pista que queda a nuestra izquierda. Tomamos la pista y comenzamos a ascender lentamente para pronto adentrarnos en el bosque, donde la pendiente empieza a hacerse más notable. Tras unos minutos de caminata nos encontramos con una bifurcación, de frete se indica el camino al Txarlazo, que sería el camino a tomar si quisiéramos seguir la ruta directa, pero tomamos el camino que lleva a la izquierda ya que nuestra intención es realizar la ascensión por el Fraileburu. Tras un pequeño descenso seguimos en dirección a los prados que hay en  la cara este del Fraileburu y una vez en ellos seguimos el estrecho sendero que nos lleva su base. Las vistas desde este

lunes, 19 de noviembre de 2012

Argentina - Uruguay 2011 Conclusiones y consejos

Ya comenté que el primer viaje que realicé a Argentina había sido inolvidable e irrepetible por varios factores, y cuando planeamos volver 2 años después la idea era recorrer una zona diametralmente opuesta, buscando encontrarnos con un país totalmente diferente al que visitamos por primera vez, y, sin lugar a dudas, lo conseguimos.

Viajar al norte argentino significa un retorno a las raíces de los pobladores de aquellas tierras de quebradas y paisajes imposibles que aún hoy en día veneran a la madre tierra para agradecerle lo poco que tienen. De este viaje es realmente difícil quedarse con una sola imagen, cada lugar tiene su encanto y merece la pena una pausada visita, es necesario detenerse a admirar como la tierra se rompe a nuestros pies en la quebrada de las conchas, disfrutar del silencio sepulcral del mar blanco de Salinas Grandes, recorrer carreteras entre montañas imposibles en Tucumán, volver a sentir la fuerza del agua en Iguazú, pasear sintiendo el olor del océano en Mar del Plata, saborear un atardecer en una rambla en Montevideo o mezclarse entre el bullicio de la capital federal.

Si dos años atrás volvimos totalmente impactados y con unas ganas enormes de volver a por más, tras este viaje he de decir que un retorno haría realmente complicado elegir destino, Argentina es un país para perderse meses, para degustarlos sin prisas. En dos viajes hemos dejado mil sitios por ver ya no en otras zonas de su geografía, sino simplemente en aquellos lugares por los que hemos pasado, y eso hace mucho más fácil el seguir teniendo esa sensación de querer volver…

 En cuanto a la compañía qué decir, en este viaje Mikel y yo aprendimos a seguir queriéndonos a ratos y odiándonos en otros momentos, pero sobre todo aprendimos a adaptar nuestros viajes a nuestra forma de ser y a tomarnos cada cual sus momentos de relax del otro, lo que más adelante nos ha servido para viajar con mucha más tranquilidad, a decir verdad, una vez desintoxicados de las 3 semanas de vacaciones juntos, todos los recuerdos que conservamos del viaje son entrañables.

Para terminar, como no, algunos consejos generales y específicos de cada sitio y generales, que nunca vienen mal.

Antes de llegar: Revisa que tengas toda tu documentación en regla, lleva siempre algo de dinero en efectivo, una copia del pasaporte y una tarjeta de crédito extra que puedas guardar en el hotel a buen

jueves, 15 de noviembre de 2012

Argentina - Uruguay 2011, Buenos Aires - La Plata: la triste despedida

El viaje desde Montevideo hasta Buenos Aires se pasa relativamente rápido (siempre que uno lleve un buen libro para hacerle compañía). Desde el puerto de Bs As tomamos un taxi hasta el Hotel Castelar, situado en Avenida de Mayo muy cerca de 9 de julio.

En principio nuestra idea era repetir en el República Wellness, pero debido a que el hotel de Bs As lo reservamos una vez en Argentina, se encuentra sin habitaciones y optamos por el Castelar, un 4 estrellas muy bien situado y con buena relación calidad precio. El hotel fue fundado en 1929 y en él se mezclan el encanto de un hotel con historia (fue el hogar de Federico García Lorca) y la necesidad de una pequeña renovación, aún así, la experiencia fue en general positiva, el trato del personal exquisito, la situación muy buena, el desayuno excelente, lo único que se señala como un hotel spa, y en ese aspecto deja bastante que desear y que necesita en algunas habitaciones una renovación de mobiliario y de iluminación.

Congreso de la Nación Argentina
Una vez dejamos nuestras cosas en la habitación decidimos bajar al spa del hotel a relajarnos un poco. El spa se resume en una serie de termas y saunas bastante antiguas que desmerecen de un hotel de 4 estrellas que se dice hotel-spa, por lo tanto si loo que quieres es un hotel con un spa moderno, este no es el tuyo.

Tras sudar un poco y darnos una buena ducha decidimos aprovechar la tarde, Dada la situación del hotel, aprovechamos para ir al congreso antes de que anochezca y luego a mezclarnos en la vorágine de la calle Florida. El congreso de la Nación Argentina es una construcción espectacular, es considerado el segundo edificio parlamentario más grande del mundo, y se encuentra situado el la plaza del congreso, en un extremo de la avenida de mayo. Como no hemos comido, nos

jueves, 8 de noviembre de 2012

Argentina - Uruguay 2011 Montevideo: Mágicas ramblas

Ni tan siquiera se puede decir que es madrugada  en Tandil y ya nos encontramos en un bus camino a Bs As, tratamos de dormir y a primera hora de la mañana llegamos a Retiro, donde tomamos un taxi que nos lleva al puerto, en donde embarcaremos en un ferry destino Montevideo.

Para viajar desde Bs As a Montevieo, o a Uruguay en general, la manera más aconsejable es tomar un ferry de la compañía Buquebus y cruzar el río de la plata, bien llegando hasta Colonia y tomando un bus o bien directamente hasta Montevideo. En nuestro caso optamos por el traslado directo, que dura algo más de 4 horas y que nos cuesta 555 pesos ida y vuelta (unos 100 €).

Al llegar a Montevideo el ritual de paso de frontera y sellado de pasaporte se ralentiza debido a que escanean una y otra vez los equipajes y muchos de ellos proceden a revisarlos a mano. A lo largo de mis paseos por el mundo, he aprendido una verdad universal que en este caso os puede ahorrar tiempo, a nadie le gusta remover entre la mierda. Por lo tanto, consejo: si ya lleváis unos días viajando, colocad en la parte superior de la mochila una bolsa de ropa sucia, ni la policía, ni los ladrones, ni nadie removerá más de un segundo en busca de nada en vuestro equipaje…

Plaza Independecia desde Che
Lagarto Hostel
Superada la aduana tomamos un taxi para dirigirnos al Che Lagarto Hostel, en donde tenemos reservada una habitación privada para 2 noches con desayuno incluido a 15 € por persona y noche. El Che Lagarto es un albergue bastante básico, tiene bar-cafetería, las habitaciones necesitan una mano de pintura (si no me equivoco han remodelado este año) y el personal a veces va un poco a su bola, pero eso sí, tiene una situación excepcional, situado en la mismísima Plaza Independencia, desde nuestro balcón veíamos el Palacio Salvo o la puerta de la ciudadela.

Tras dejar las cosas salimos a dar una pequeña vuelta y comer algo. Lo primero que llama la atención de Montevideo si se viene desde Argentina, es que parece que estamos de

martes, 6 de noviembre de 2012

Argentina - Uruguay 2011 Tandil - Mar del Plata, días de relax

Siempre digo que cuando se realiza un viaje de más de 2 semanas es imprescindible realizar una pausa para no hacer nada, así que por segunda vez, y aprovechando que tenemos una gran amiga y anfitriona en Tandil, volvemos allá para disfrutar de unos días de buen comer, buenos paseos y muy buen humor.

Una vez llegados desde Iguazú a Buenos Aires tomamos el correspondiente taxi desde aeroparque a la terminal de ómnibus de Retiro (70$) y allí compramos los pasajes hasta Tandil (274 $ dos billetes), deglutimos unos panchos (perritos calientes 14$) para no viajar con el estómago vacío y afrontamos las 5 horas de bus con muchas ganas de llegar.

El viaje transcurre sin problemas y quedamos con Vero en su casa, la noche está con el frescor de la sierra tandilense y no invita a pasear, así que una vez intercambiados los primeros abrazos y anécdotas, nos vamos a por unas deliciosas empanadas para cenar en casa con el calorcito y las historias que nos han ido pasando.

La mañana del día siguiente la dedicamos a una actividad totalmente necesaria llegado este punto del viaje, dormir como troncos. Ya a media mañana nos damos un paseo para ir al centro y recoger a Vero en el trabajo e ir a comer unas milanesas de pollo, una mayonesa de ave (una ensaladilla rusa pero con pollo) y unas papas, para beber Vero toma un refresco de pomelo, que es de la marca paso de los toros y que aunque a nosotros no nos hace una gracia especial, si hay alguien amante del pomelo tal vez le apetezca probarlo.

Castillo morisco
Tras comer nos vamos a la central de ómnibus a recoger a una amiga de Mar del Plata que viene a pasar el fin de semana y que también se llama Vero. Una vez estamos los cuatro seguimos con nuestro día de relax haciendo algo fundamental cuando se viaja a Argentina, ir a tomar un café con alfajores a una tienda Havanna. En las tiendas-cafeterías Havanna se pueden tomar, además de sus incomparables alfajores, gran variedad de cafés, pastas, etc.

Consejo: El mejor precio y la mayor variedad de alfajores Havanna están en sus propias tiendas, por lo que si se tiene espacio en la maleta conviene comprar allí, en caso de que no nos sobre sitio (bastante habitual) siempre se pueden comprar en las tiendas del aeropuerto.

Con el dulce sabor del café blanco latte y de los alfajores en la boca pasamos la tarde paseando por el castillo morisco, desde donde la vista de la ciudad de Tandil por la noche es espectacular, y que es