miércoles, 12 de septiembre de 2012

Santuario de Urkiola y Urkiolagirre

Santuario de Urkiola
De entre la múltiples opciones que existen en Bizkaia para realizar excursiones, visitar el Parque Natural de Urkiola es sin duda una de las más apetecibles. Planeando una mañana de monte sin extremada dificultad, y en nuestro caso con perro, optamos por subir al Urkiolagirre, apacible cumbre de la sierra de Anboto situada a 1011 msnm, tomando como punto de partida el santuario de Urkiola.

El santuario de los Santos Antonios Abad y de Padua de Urkiola es un templo católico que se ubica en el collado y puerto de Urkiola, en el municipio de Abadiño y es uno de los santuarios más venerados de la provincia y de los más antiguos. Junto a él disponemos de bastantes plazas de aparcamiento por lo que es un buen lugar para comenzar una mañana de excursión.

Tximistarri

Nada más llegar, en el exterior del santuario, se encuentra una roca denominada Tximistarri (el meteorito), del que dice la tradición que si se da tres vueltas alrededor mientras se reza a san Antonio se encuentra pareja.

El santuario se erigió en el siglo XX sobre el lugar que ocupaba la antigua iglesia del siglo XVII, construida a su vez sobre una ermita del siglo VIII. Es de admirar su campanario, y ya en el interior, aunque resulta mucho más pequeño de lo que parece desde fuera, se pueden observar sus imágenes vidrieras y mosaicos; en nuestro caso, cuando acudimos se estaba celebrando misa, por lo que
tampoco pudimos admirar con detalle el interior.

Buitres
Una vez superamos el santuario de Urkiola podemos pasear por el Vía Crucis y llegar al calvario o directamente comenzar la ascensión al Urkiolagirre (o Urkiolamendi). La ascensión comienza atravesando un pequeño bosque de abedules (Urkiola se traduciría del euskera como lugar de abedules), una vez superados los abedules continúa la ascensión en una subida de más o menos una hora en la que nos topamos con varios grupos de caballos. La ascensión es corta pero hay que decir que se salvan 300 metros de desnivel por lo que si bien no es necesaria una forma física especialmente buena, si que es aconsejable llevar calzado de monte y algo de agua para el camino.

Anboto desde Urkiolagirre
Según nos vamos acercando a la cima podemos volver a observar caballos y el vuelo de buitres y  pequeñas águilas. Ya en la cima, se encuentra el buzón que la señala y una mesa de orientación que nos señala las cumbres cercanas.

Las vistas desde esta pequeña cumbre son espectaculares, con el Anboto irguiéndose imponente frente a nosotros y una vista privilegiada de todas las peñas de Durangaldea.
Tras un reponedor descanso y algunas fotografías, comenzamos el descenso, que lleva poco más de media hora y, tras comprar queso Idiazabal en los puestos que hay en la entrada del santuario (merece la pena, buen precio y directamente de los productores), damos por cerrada la excursión.

Hay que señalar que existe la opción de realizar la ruta por las  campas de Asuntza y las fuentes ferruginosas de Pol Pol, que lleva una hora y media y que está bien señalizada.

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